El despertador suena a las 5 de la madrugada, es hora de coger todos los materiales para ir de pesca.

Empezamos la jornada con algo de mar de fondo debido al temporal de los días anteriores, pero según la aplicación, el mar iría a la baja. Cojo el coche y voy a buscar a mi compañero de pesca, Pau, que tiene una barca semirrígida muy chula, perfecta para la pesca que queremos hacer. Nuestra idea, a priori, era ir en busca de un túnido llamado bacoreta. Estos peces, de la familia del atún, alcanzan buenas dimensiones, siendo de 10 a 15 kg los habituales y, en ocasiones, algún ejemplar un poco más grande. Para estos tamaños necesitamos un equipo potente y acorde a los peces que vamos a tentar.

Materiales

En mi caso, llevo la caña Kalikunnan Big Boy, con una acción de 30 a 100 gr. Es perfecta para estos peces y otros depredadores como anjovas, palometones, serviolas y cualquier pez de buen tamaño. La acompaño con el carrete Matador 5000, ideal para esta y otras pescas donde busquemos peces con mucha fuerza.

Montaré un trenzado de buena calidad, como el DUEL Hardcore x8 tamaño P 3, junto a un buen bajo de fluorocarbono muy resistente: el DUEL Pink Fluorocarbon “Fish Cannot See”, una línea invisible para los peces, con una resistencia de 13 kg, más que suficiente. Para el señuelo, sin lugar a dudas, el DUEL MONSTER SHOT 95 es ideal para esta pesca.

La jornada de pesca

Con el equipo listo y viendo que el mar estaba bueno, echamos la barca por la rampa del puerto de Vinaroz y empezamos a buscar alguna presencia de gaviotas que nos marque la zona donde puedan estar las bacoretas. Llegamos a la primera pajarera y lanzamos nuestros señuelos, pero con la mala suerte de que las bacoretas se van hacia el fondo sin darnos tiempo a poder pescarlas. Parecía que iban a estar difíciles.

Van pasando las horas y sigue ocurriendo lo mismo. Parecía que no iba a ser nuestro día. Decidimos almorzar, y mientras me como el bocadillo, veo un redondel de grandes dimensiones al lado de la barca. Sin dudarlo un segundo, con el bocadillo en la boca, lanzo el señuelo. Al tercer tirón de mi caña, el DUEL MONSTER SHOT hace su trabajo, dándome una bonita picada.

Mi cabeza iba a mil, intentando descubrir qué podía ser. Enseguida veo que da un pequeño salto y muestra la inconfundible silueta de una aguja imperial. Un pez de más de 1,50 m de largo estaba al otro lado de la línea, y ahora tocaba sacarlo.

Empieza la batalla. El pez salta, corre a izquierda y derecha, hacia abajo y hacia arriba, haciendo lo posible por zafarse del sedal. Al final, logramos cansar al animal. Ya lo tenemos al lado de la embarcación y vemos que está enganchado por la punta de la fina boca, poniéndonos a todos en alerta máxima. Después de unos minutos, la tenemos en nuestras manos, aunque con la desgracia de que se le parte la boca en dos. Pero, con la fortuna para nosotros, se queda exhausta en la superficie después del combate.

Finalmente, conseguimos cogerla y subirla a la embarcación, con la recompensa de haber sacado mi primera aguja imperial.

Espero que os haya gustado este relato. Os ponemos unas fotos y el vídeo de la jornada por si queréis verlo. 

Un cordial saludo,

Raúl Martí